jueves, 7 de julio de 2011

Cuidados sobre el PIERCING

Sin las precauciones necesarias pueden producirse infecciones, alergias y otros daños. Es importante analizar las futuras complicaciones de acuerdo al área que se decide perforar, elegir a una persona idónea para la colocación del piercing y seguir una serie de cuidados durante la cicatrización para evitar problemas.

Y si bien perforarse ciertas zonas del cuerpo con aros y barras de metal es para muchos una moda, se trata también de una práctica que implica algunos riesgos.

Los piercing pueden ser faciales (orejas, cejas, nariz), orales (lengua y labios), corporales (ombligo, pezones) y genitales. La Academia Americana de Dermatología, se opone a todo tipo de perforación con la única excepción del lóbulo de la oreja.

Por otra parte, no cualquier persona puede hacerse un piercing; por ejemplo, en personas con problemas inmunológicos, con anomalías cardíacas congénitas, alérgicas o con tendencia a desarrollar cicatrices "queloides" (abultadas) no se recomienda ninguna perforación.
Los riesgos del piercing son, principalmente, las infecciones en el área de perforación, el sangrado excesivo, las reacciones alérgicas a algunos tipos de joyas, el daño a nervios del área perforada que pueden provocar pérdida de sensibilidad en el zona, las cicatrices gruesas, y los problemas bucales en casos de piercings en la lengua y los labios.

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